Las arrugas de la frente son la consecuencia natural de la incesante actividad de los músculos mímicos. Estas imperfecciones de la piel aparecen como desagradables pliegues o pequeños surcos.
La frente es una de las partes del rostro más susceptibles a la formación de arrugas. Desde las de expresión propias de quienes por naturaleza suelen mantener la frente arrugada, hasta las debidas al envejecimiento cutáneo, provocado por una pérdida progresiva de colágeno y ácido hialurónico responsables del tono, la compacidad y la elasticidad de la piel.
La medicina estética ofrece diferentes tratamientos para este problema, los cuales tienen indicaciones específicas y deben elegirse siguiendo el consejo de un profesional, para obtener el mejor resultado.
Las causas de la aparición.
Las primeras arrugas que aparecen se deben principalmente a las expresiones faciales y a la contracción de los músculos faciales. Estas arrugas no están relacionadas con el envejecimiento de la piel, sino con nuestros movimientos repetitivos.
Las arrugas de la nariz, el ceño fruncido y el estrabismo provocan marcas en la piel que suelen desaparecer con el tiempo.
Pero a medida que la piel envejece, se vuelve más fina y delicada y pierde elasticidad y tono, y las arrugas empiezan a surcar el rostro de forma más pronunciada y permanente.
Varios factores externos como la deshidratación, la exposición al sol, la contaminación, los malos hábitos, etc. también provocan la aparición de líneas finas en la frente.
¿Cuáles son los tipos de arrugas?
Las arrugas de la frente son dinámicas, es decir, se forman debido a la contracción de los músculos.
Dentro de este marco, existen dos tipos:
- Líneas de la frente : paralelas a la línea de las cejas.
- Líneas de entrecejo : es decir verticales, responsables de los surcos que se forman desde la raíz de la nariz.
Tratamientos para las arrugas de la frente
La medicina estética puede eliminar las arrugas de forma natural sin congelar la expresión del rostro. En este sentido, varios procedimientos estéticos han demostrado un gran rendimiento en el tratamiento de las arrugas de la frente:
- Inyección de toxina botulínica (botox)
- Bio-revitalización con ácido hialurónico
- Levantamiento de frente endoscópico
Siempre es útil recordar que el mejor abordaje ante un problema estético es crear un protocolo personalizado, que puede incluir tratamientos diferentes y complementarios en función de la situación inicial y de las características de la piel del paciente.
Inyección de toxina botulínica (botox)
Las microinyecciones de toxina botulínica ( botox ) actúan directamente sobre los nervios frontales que forman las arrugas limitando el movimiento de los músculos que producen las expresiones faciales en la frente. Este es uno de los métodos más populares para el tratamiento de las arrugas de la frente.
La aplicación de la toxina botulínica se realiza mediante inyecciones subcutáneas en la frente y entre las cejas . Estas inyecciones inducen una reducción parcial y temporal de la movilidad de los músculos implicados.
Sin embargo, los resultados de la toxina botulínica son temporales y permanecen bien visibles durante aproximadamente 6 a 7 meses hasta que se necesita otra sesión de refuerzo.
Bio-revitalización con ácido hialurónico
La biorevitalización con ácido hialurónico es una técnica totalmente natural para mantener una piel joven y perfectamente hidratada durante un período prolongado de tiempo y prevenir el desarrollo de arrugas visibles en la frente y otras partes del rostro.
El tratamiento de biorevitalización estimula el metabolismo natural de la piel aumentando la síntesis de nuevo colágeno , fibras elásticas y ácido hialurónico.
El picotage es una técnica de biorevitalización particularmente eficaz. Consiste en inyectar repetidamente dosis de ácido hialurónico con una microaguja hasta una profundidad máxima de dos/tres milímetros, sin dolor y sin dejar rastros en la superficie.
Levantamiento de frente endoscópico
El lifting endoscópico de frente se realiza a través de dos pequeñas incisiones en el cuero cabelludo seguidas de una disección endoscópica desde la zona frontal hasta la cola de la frente, controlando y respetando los nervios y arterias oftálmicas.
La cirugía clásica implica una incisión bicoronaria, generalmente colocada dentro del cuero cabelludo y que se extiende de oreja a oreja, para tratar las arrugas faciales y el ceño fruncido.
El uso de la endoscopia en cirugía anterior permite obtener resultados estéticos óptimos sin las posibles complicaciones asociadas al clásico lifting de cejas, como grandes cicatrices coronales y alopecia cicatricial en la zona.
