Asma y embarazo: opciones de tratamiento seguras y precauciones que deben tomarse

Asma y embarazo: opciones de tratamiento seguras y precauciones que deben tomarse

El asma es una enfermedad respiratoria crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, y es motivo de preocupación entre las mujeres embarazadas. Pueden preguntarse legítimamente por las posibles repercusiones para el feto, así como para las fases del parto y la lactancia.

¿Cómo afecta el asma al embarazo?

El impacto del asma en el embarazo puede variar de una mujer a otra. Para algunas mujeres, los síntomas mejoran durante el embarazo, mientras que para otras empeoran. En algunos casos, el asma puede provocar complicaciones como:

  • Prematuridad
  • Bajo peso al nacer
  • Retraso del crecimiento intrauterino
  • Dificultad respiratoria neonatal

Es aconsejable vigilar atentamente el bienestar del feto durante el embarazo. Se recomienda realizar una ecografía entre las semanas 16 y 18 a todas las asmáticas embarazadas. Las evaluaciones posteriores deben considerarse a la luz del estado tanto de la madre como del feto. Se aconseja a las madres que vigilen muy de cerca los movimientos fetales a partir de la semana 26 y que informen inmediatamente a su obstetra si observan alguna anomalía.

¿Cómo debe controlarse el asma durante el embarazo?

Es importante mantener un buen control del asma durante el embarazo. Esto ayudará a reducir el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé. Las mujeres asmáticas deben colaborar estrechamente con su médico para elaborar un plan de tratamiento personalizado.

El plan de tratamiento suele incluir lo siguiente:

  • Seguir tomando la medicación prescrita para el asma.
  • Control cuidadoso de los síntomas
  • Evitar los desencadenantes del asma
  • Tomar medidas para prevenir las exacerbaciones

Pruebas a realizar para el asma durante el embarazo

La evaluación de la función respiratoria es una de las estrategias para controlar el asma durante el embarazo. Se utilizan dos pruebas específicas: la espirometría y el flujo espiratorio máximo (FEM).

La espirometría permite evaluar la eficacia del sistema respiratorio. Se realiza mediante un aparato informatizado conectado a una especie de boquilla, en la que hay que soplar con la máxima energía durante al menos seis segundos continuos. El estudio no causa ninguna molestia.
La medición del FEM evalúa la velocidad a la que se expulsa el aire introducido en los pulmones durante la inspiración más profunda posible, soplando con la máxima fuerza. Se realiza con un instrumento muy sencillo, denominado "flujómetro", y no causa molestia alguna.

Opciones de tratamiento del asma durante el embarazo

Cuando se trata de tratar el asma durante el embarazo, es importante elegir opciones de tratamiento que sean eficaces para controlar los síntomas del asma y seguras para el feto en desarrollo. He aquí algunas opciones de tratamiento seguras para las mujeres embarazadas con asma:

  • A menudo se recetan broncodilatadores para aliviar las crisis asmáticas. Estos medicamentos están protegidos como seguros durante el embarazo y pueden utilizarse según sea necesario para aliviar los síntomas.
  • Corticosteroides inhalados: Se suelen recetar para reducir la inflamación de las vías respiratorias en las personas asmáticas.
  • Antileucotrienos: Los antileucotrienos son fármacos que bloquean las sustancias químicas de la inflamación de las vías respiratorias responsables del asma.

Asma y parto

El parto para las mujeres asmáticas es un aspecto crucial que hay que tener en cuenta a la hora de planificarlo. La elección entre parto vaginal o cesárea depende del estado de salud tanto de la madre como del bebé, así como del control del asma durante el embarazo.

Si el asma está bien controlada, el parto vaginal es una opción, pero es esencial un seguimiento cuidadoso. Si el asma está mal controlada o surgen complicaciones como la preeclampsia, puede recomendarse una cesárea.

Los médicos y obstetras tomarán decisiones en función de la situación individual, dando prioridad a la seguridad y el bienestar de la madre y el feto.

El objetivo principal es garantizar que el parto se produzca de la forma más segura posible para la madre asmática y su bebé. En este contexto, las conversaciones en profundidad con el equipo médico y la planificación previa son esenciales para determinar el modo de parto más adecuado.

Asma y lactancia

Las madres asmáticas pueden dar el pecho a sus hijos sin tener que dejar de tomar la medicación. La medicación inhalada no pasa a la leche materna en cantidades suficientes para tener efectos sobre el bebé. Los medicamentos orales pueden requerir cierta vigilancia, sobre todo los corticosteroides a dosis altas, pero siguen sin contraindicar la lactancia. En consecuencia, una madre asmática debería, como cualquier otra persona, dar el pecho a su bebé, ya que esto, además de todos los beneficios ya conocidos, le protegerá de desarrollar enfermedades alérgicas.



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