A medida que envejecemos, nuestra piel se va marcando con la aparición de arrugas en la frente, alrededor de la boca y en las comisuras de los ojos. Este fenómeno natural, ligado a una alteración cutánea multifactorial, es el resultado de procesos intrínsecos (como la reducción del colágeno y la elastina) y de factores externos (exposición al sol, estrés oxidativo, etc.).
Aunque estos signos del paso del tiempo son inevitables, en Turquía existen soluciones preventivas y correctivas para reducir su visibilidad y devolver a la piel su luminosidad y firmeza. Los tratamientos adaptados a los mecanismos biológicos del envejecimiento ayudan a conservar una piel radiante, combinando salud y armonía.