La médula ósea, el tejido esponjoso del interior de los huesos, alberga las células madre que dan origen a todas nuestras células sanguíneas. Este órgano hematopoyético desempeña funciones vitales: el transporte de oxígeno (glóbulos rojos),la defensa inmunitaria (glóbulos blancos) y la coagulación de la sangre (plaquetas).
El desarrollo de un tumor en la médula ósea altera gravemente estas funciones esenciales, poniendo en peligro la salud del individuo. Por ello, el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son esenciales para limitar las consecuencias de esta enfermedad y preservar la calidad de vida.